Mujeres de la mano

Acabamos la cuarta semana y nos acercamos al final de la experiencia de aprendizaje Habilidades para la vida y alfabetización emocional en contextos educativos (1ª edición).

Decía Paulo Freire que la educación es comunicación, es diálogo en la medida en que no se limita a la transmisión de un saber, sino que supone el encuentro de sujetos interlocutores que buscan la significación de los significados. La comunicación, como base de las relaciones interpersonales, permea toda la práctica educativa. Por ello, hablar de comunicación es hablar de relaciones y prácticas, de saberes, de poder y dominación, de construcción de identidades y de espacios democráticos. La educación, desde esta perspectiva, puede entenderse como un proceso de comunicación en donde existe el reconocimiento legítimo de sujetos con sus formas particulares de ser y de pensar; un reconocimiento que requiere de una habilidad fundamental en las relaciones interpersonales: la empatía. Ese es justamente el tema al que hemos dedicado esta unidad.

Como viene siendo costumbre en este curso, las propuestas han sido de gran calidad, y aunque nos gustaría compartirlas todas, hemos tenido que seleccionar una pequeña muestra. A modo de ejemplo, os sugerimos consultar las siguientes tareas.

En el módulo compartimos una metáfora, y muchas tareas fueron reflexiones derivadas de la misma. He aquí la metáfora:

Cuando plantas una lechuga, si no crece bien no echas la culpa a la lechuga. Intentas encontrar las razones por las que no está creciendo correctamente. Puede que necesite fertilizante, o más agua, o menos sol. Nunca le echas la culpa a la lechuga. Sin embargo, cuando tenemos problemas similares con nuestros amigos o familiares solemos echarles la culpa. Pero si sabemos cómo cuidar de ellos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar al otro no tiene ningún efecto positivo, y tampoco lo tiene el intentar persuadir usando razones o argumentos. Esa es mi experiencia. No culpar, no razonar, no argumentar, solo comprender. Si comprendes, y demuestras tu comprensión, puedes amar, y las cosas pueden cambiar.

Y como muestra, he aquí la reflexión de Celia, y la de Alfonso, y la de Rafael.

Para saber más sobre lo sucedido, también puedes consultar alguna de las siguientes propuestas:

María creó un calendario empático con un reto para cada semana.

Indadion dio respuesta a uno de los retos y nos contó que al enterarse de que una alumna estaba ingresada por gastroenteritis y que ningún compañero lo sabía, comenzó una actividad con la pregunta: Si estuvieseis en el hospital, ¿os gustaría recibir un mensaje de vuestros compañeros? ¿Qué os gustaría que dijera? Cada uno ha escrito el mensaje en una tarjeta, lo ha decorado, y cuando les ha contado que su compañera estaba ingresada aún han puesto más interés. Se ha insistido en que cualquier momento es bueno para mandar un mensaje de ánimo.

Y, como se había solicitado, todos propusieron acciones concretas para mejorar la empatía. Podrás encontrar algunas en el grupo de Facebook  o en Twitter, usando el hashtag #EduEmocionalMooc

Avanzamos ahora hacia la recta final.

El equipo de coordinación