Educaiguales

Hacemos balance de la 2ª semana en #Educaiguales
Mar 16, 2020

Seguimos esta semana con el curso "Educar en Igualdad (4ªed.)". A pesar de todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor, pensamos que es nuestra responsabilidad continuar, en la medida de lo posible, con nuestras actividades, eso sí, desde casa. Pues bien, en esta segunda semana se ha abordado todo lo relativo a la importancia de los usos no sexistas del lenguaje o, como plantean algunas lingüistas, el uso del lenguaje inclusivo.

El reto final de la semana consistió en repensar y crear otros cuentos, una actividad en que reescribir una historia, o crear un cuento propio que tenga en cuenta las claves para una educación en igualdad.

Y como evento esta semana se han elaborado encuestas en los distintos espacios sociales del curso sobre los contenidos de las dos unidades vistas en #EducaIguales. ¡Participa en ellas! porque estas encuestas después servirán para el concurso final del MOOC en su última semana.

A lo largo de la semana, cuando nos referíamos a la necesidad de hacer un uso no sexista del lenguaje, queríamos hacer hincapié en lo importante que es utilizar una forma de nombrar que refleje la realidad del mundo, en su totalidad. Si excluimos a las mujeres, si las subordinamos y ocultamos, si cuestionamos su valor, utilizando unos términos u otros, no estaremos dando cuenta de esa totalidad, de esa complejidad. Así mismo, y conectando con lo que planteábamos la semana pasada, estaremos dejando sin referentes a media humanidad. Pero veamos un poco más en detalle cuál es la importancia del lenguaje inclusivo. 

En primer lugar, y en el ámbito educativo especialmente, ser inclusivo/a significa nombrar a hombres y mujeres, visibilizarlos, así como, utilizar lenguaje no sexista, un ejemplo podría ser decir alumnado en vez de alumnos y decir humanidad en vez de humanos. Y es que, como plantea el lingüista Santiago Kalinowski (Kalinowski & Sarlo, 2019, p. 14) “la realidad no está configurada por la lengua; sin embargo, en cualquier intento de modificar la realidad hay un componente lingüístico clave y central, hoy y siempre”. Con esto el autor quiere poner de manifiesto que el acto de nombrar es un acto político y que este es un argumento fundamental en el uso del lenguaje no sexista. Así, para oponernos a los discursos que banalizan su importancia, que aluden a la economía del lenguaje, no hay mejor argumento: nombrar tiene una intencionalidad política. Es decir, suspendemos determinadas reglas que están presentes en nuestro lenguaje, como la economía, las cuales, no lo olvidemos, son construcciones sociales y, por lo tanto, modificables, porque queremos modificar de forma intencionada una realidad social. En este caso, aquella que excluye e invisibiliza a las mujeres. Como este mismo autor afirma cuando se refiere al lenguaje inclusivo: “[Este] consiste en aprovechar las posibilidades que nos brinda la lengua para crear un discurso que es eficaz en la comunicación de un ideal y de un deseo de igualdad que hay en muchos sectores. Por eso es un fenómeno profundamente político, discursivo, retórico, no es un fenómeno de lengua. Por lo tanto, como es un fenómeno tan político, las reacciones violentas en contra son reacciones políticas, son reacciones de gente que dice “no, si está buenísimo esto del privilegio. Yo soy hombre, heterosexual, blanco. Me encanta. ¿Por qué lo vamos a cambiar?”. Y ahí vienen las reacciones, que muchas veces se enfocan en un supuesto problema de inteligibilidad, pero eso es artificioso, en realidad. No hay problema de inteligibilidad” (Kalinowski & Sarlo, 2019, p. 22).

En segundo lugar, y continuando con el contenido de la unidad, usar un lenguaje no sexista significa utilizar referentes, autores y autoras, en nuestra docencia, visibilizar la labor de mujeres y hombres en una determinada área de conocimiento. Así como, trabajar con materiales en el aula no sexistas. Especial importancia se le ha dado a los cuentos infantiles, siendo relevante que estos ofrezcan maneras no estereotipadas de ver y estar en el mundo. Y es que en los cuentos se combinan dos lenguajes, el visual y el escrito, ambos representan, ambos transmiten y ambos pueden constribuir a desmontar o reafirmar estereotipos. El lingüista ruso Vladimir Propp ya en los años veinte del siglo XX, en su análisis de la recopilación de cuentos de la tradición oral hecha por los hermanos Grimm, planteaba que estos tienen una estructura común y cumplen distintas funciones. Es decir, nos ayudan a entender y comprender el mundo, en el caso que nos ocupa, ayudan a la comprensión de los roles de hombres y mujeres en la sociedad, por medio del refuerzo de lo que se considera típicamente apropiado para ambos  (Anderson & Hamilton, 2007; Baker-Sperry & Grauerholz, 2003). Pero también los cuentos pueden desafiar esos mismos estereotipos, de ahí la importancia de la revisión feminista que, desde hace unos años, se viene haciendo de los mismos.   

Pero, no podemos olvidar, que el lenguaje audiovisual también educa. Por eso, las mismas prevenciones que apuntábamos acerca de los cuentos, son aplicables a las películas. Autoras como Laura Mulvey (1999), Ann Kaplan (1997), María del Carmen Rodríguez Fernández (2006) o Ángeles Cruzado Rodríguez (2007) en sus análisis de la producción cinematográfica nos advierten del uso de arquetipos de género en el cine, así como de la necesidad de modificarlos. Por eso es importante contar con herramientas de análisis que visibilicen qué lugar ocupamos mujeres y hombres en las películas. Una de estas sería el test de Bechdel, un método para evaluar si un guion de película, serie, cómic u otra representación artística cumple con los estándares mínimos para evitar la brecha de género, puedes encontrar más información en este enlace.

Todos estos aspectos se han trabajado a lo largo de esta segunda semana en el MOOC, mediante por ejemplo la actividad “Duales aparentes, vocablos equivocados”. En esta tarea, la representación gráfica mediante una nube de palabras de los duales aparentes, emergen con fuerza que las palabras duelen, como nos dice mariapenamendez45 en su blog con su nube de palabras.

O nos hieren, como plantea anamorenolop en la entrada a su blog “Las palabras hieren”. Por su parte, Mariangeles20 hace hincapié en que “El lenguaje no es inocente”.

La -a no se usa como la -o” nos dice Esther Martínez con la siguiente nube de palabras:

nube

Así, en este ejercicio, mediante la representación gráfica, se hace muy evidente cómo existen duales aparentes y cómo el lenguaje está cargado de significados que son genéricos. Lenguaje que nos sirve para representar, para crear imágenes de qué es una mujer y qué es un hombre.  

Siendo conscientes de nuestra labor como educadores/as y de la necesidad de transmitir valores igualitarios desde edades tempranas, otra de las actividades propuestas fue la de crear un cuento incorporando la igualdad. Es decir, deconstruyendo los estereotipos de género. Algunos ejemplos serían: “El príncipe soldado” de SagrarioSuarez ; “Laura y Mario” de laurin59, que destaca la importancia de la cooperación frente a la competencia ; o “Ada la maga” de Victor-PTSC. 

Felicitamos a todas las personas participantes por su creatividad, especialmente en este segundo ejercicio, demostrando cómo podemos transmitir valores igualitarios desde el arte.   

Gracias por vuestro trabajo y seguimos avanzando en el MOOC con nuevas ideas, actividades y reflexiones. Os recordamos que todavía están abiertas las inscripciones y que podéis apuntaros desde este enlace

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