Una tallerista en el taller

La escritura creativa: cada vez más presente en las aulas
Nov 25, 2021

La pena es no poder mostrar los resultados del curso, de los más de 150 profesores que lo han hecho en esta última edición. Pero hacer una curación final con las últimas tareas del curso es complicado por varios factores: Uno común, seguro, a cualquier otro de los cursos de formación, es la dificultad para elegir solo unos pocos cuando han sido muchos los participantes que han trabajado duro y han presentado un proyecto para un taller de escritura en el aula sólido, atractivo y viable. Otro, también importante, es que dichos proyectos, muchos de ellos con el formato de una unidad didáctica, son materiales personales que los alumnos pueden utilizar para sus clases o en unas oposiciones (que depende de ellos querer difundir). Y el tercero, de índole técnica, es que algunos de estos trabajos, los más ambiciosos de hecho, consisten en una presentación oral hecha en video. En lugar de mostraros unos cuantos, permitidnos un acto de fe y una breve explicación de cómo ha funcionado el curso en esta cuarta edición: Esa última tarea consiste, como decimos, en que los participantes proyecten un taller de escritura para una aula (de cualquier curso y de cualquier asignatura). Debe contener, por tanto, todos los elementos que hacen reconocible un taller como metodología para desarrollar la creatividad y una mejor relación con el lenguaje escrito (convertida esa aula en un laboratorio del lenguaje), con la complicación de adaptarlos a las limitaciones que sabemos que tiene un profesor con el tiempo, la disposición del aula, los temarios saturados, etc.

 

Es el final más razonable para un trayecto de dos meses en el que al principio ellos mismos tuvieron que hacer de alumnos, de talleristas, y tuvieron que escribir una presentación de sí mismos a partir de distintos ejercicios, un relato libre, y distintos tanteos poéticos; y luego tuvieron que plantear otro modo de leer más atento a los propios mecanismos de la narrativa, dándole la vuelta al comentario de texto tradicional para llevar a cabo un ejercicio con el que desmenuzar un relato: un modo de leer más ambicioso, más creativo y más útil para reconocer en los textos artefactos tremendamente sofisticados con el que trasmitir de manera única un mensaje. Acabado el curso, confiamos en que haya quedado como poso al menos la voluntad de querer llevar el taller a sus clases: de verle su utilidad y su viabilidad, cómo puede repercutir muy favorablemente en sus alumnos, y también en la relación que puedan establecer con ellos. Nosotros estamos satisfechos de cómo ha ido todo: nos queda, después de esta convivencia de 2 meses, una confianza plena en su trabajo y en sus capacidades.