Historia

Alcanzamos la semana 3 del MOOC Gamificación en el aula (2ª edición) donde damos protagonismo a la narración, a la historia que da sentido al juego y aliña la ensalada de mecánicas y componentes del sistema gamificado.

Contar historias es como contar chistes. Hay que conocer el final que queremos conseguir y que todo lo que los personajes digan, conduzca a esa meta. Y a ser posible que ese final confirme una “verdad” que nos haga empatizar con lo humanos que somos.

Andrew Stanton es guionista de Buscando a Nemo, Toy Story o Wall-E, entre otras maravillas. En su charla TED “Las claves de una gran historia” comienza contando un chiste para explicar lo que es contar historias. Tendrás que ver su charla para reírte con el chiste ;)

¿Pero realmente la historia es tan importante en gamificación? ¿No es suficiente con unas mecánicas y componentes de juego divertidos? Y la respuesta a estas preguntas es sí, sí que es de una importancia fundamental la narrativa en un proyecto gamificado.

Contar historias se ha usado como método de aprendizaje desde el principio de la humanidad. No hay nada más que ver las pinturas rupestres y la manera en que las tradiciones orales se han transmitido generación tras generación.

Como gamificadores tenemos un objetivo de aprendizaje que queremos lograr, potenciando la motivación del alumnado al conocimiento a través de elementos de juego. Además podemos lograr nuestra meta añadiendo una historia que haga la experiencia inolvidable y que permita que perdure en la mente y el corazón del alumno.

La narración da coherencia a la gamificación y ayuda a entenderla por parte del alumno. Por esto es conveniente que las mecánicas de juego tengan que ver con la historia y su temática. A su vez, la tensión, el conflicto o los personajes generan emociones en los jugadores/alumnos y provocan que la experiencia sea inmersiva y memorable… Y, además, es contable, lo que hace que la historia y el objetivo didáctico asociado se transmita entre los jugadores dentro del sistema e incluso fuera de la experiencia.

¿Qué hace falta para construir una historia?

Un protagonista con un objetivo que desee conseguir, que se encuentre unos obstáculos que le generen un conflicto y unas emociones asociadas a ello.

Un alumno con un objetivo de aprendizaje que queremos que adquiera. Que se encuentre unos obstáculos, los cuales deberá superar al adquirir competencias. Que le generen un conflicto, un problema que debe resolver y unas emociones asociadas a ello. ¿Te suena?

Imaginemos una historia de temática zombie. ¿Qué nos haría falta?

Una protagonista. Pensemos en alguien con quien pueda empatizar nuestro alumnado. Mmmmm, ya está. Sandra, una chica de 15 años que estudia en un instituto de una ciudad de 400.000 habitantes.

El objetivo. Sandra desea reunirse con su familia sobre todas las cosas. Su familia estaba en un pueblo situado a 180 kilómetros de la ciudad cuando estalló el apocalipsis zombie. Ella, mientras tanto, estaba en el instituto.

Los obstáculos. Las carreteras están infectadas de zombies por lo que deberá llegar al pueblo de su familia campo a través: necesita orientación, sortear a los zombies, conseguir alimentos y agua, objetos que le ayuden en su búsqueda y relacionarse con los humanos que encuentre.

El conflicto. Estos obstáculos le generarán conflictos de decisión sobre la elección de caminos, elección de recursos, enfrentarse o huir de los zombies, confiar o no en las personas con las que se cruce encontrándose en una situación crítica. La resolución de estos conflictos generará situaciones dramáticas y emociones asociadas.

Con estos elementos se puede construir una historia que vaya creciendo a medida que el juego se desarrolle o dejarla tan sencilla como requiera nuestra gamificación. Puede ser tan poderosa como para que las recompensas obtenidas sean desbloqueos para conocer el siguiente episodio de la historia o que los mismos jugadores sean quienes decidan cómo completar la historia.

Para darle emotividad a los personajes podemos decidir que tengan un motor interno que les lleve a tomar determinadas decisiones, ya sean acertadas o no. Esto hace que se construyan historias paralelas y enriquezcan la narrativa. En el caso de la película El Padrino, a Michael Corleone le mueve la necesidad de “agradar a su padre”. Ello influye de forma determinante en sus decisiones y en la humanidad de su personaje. En el ejemplo planteado, Sandra puede tener la necesidad de demostrar su individualidad frente a su madre, algo que llevaba haciendo toda su vida y más en esta etapa de adolescencia. Este viaje hará que Sandra se encuentre como persona, como individuo con personalidad propia, pero que entienda que no se pueden conseguir ciertos retos sin la ayuda de otras personas que formen un equipo con ella. No solo pueden tener los personajes “aliados” una motivación interna sino que el villano o antagonista puede tenerlo también y que su objetivo sea loable a sus ojos, lo que hará mucho más compleja la historia pero también mucho más cercana a la realidad.

Retomando la inspiradora charla TED de Andrew Stanton añadamos dos ideas más para enriquecer las narrativas.

No des al jugador el 4, dale el 2+2 y deja que sea el alumno el que realice la suma y complete la historia. El orden y la continuidad en que ofrezcas los sumandos provocará que el jugador entienda la operación y disfrute completando el resultado.

Usa tu experiencia vivida, lo que has sentido, tu “verdad” en los conflictos que se presenten en la narrativa. Adáptalas a las situaciones ficticias de tu historia y provocarás la emoción del jugador, logrando que la experiencia y el aprendizaje de los alumnos sea inolvidable.

Y, por supuesto, también puedes adaptar una historia que ya conozcas, sea literaria, cinematográfica o de cualquier medio, que estimule a tus alumnos y que ya conozcan en su universo habitual. En ese caso, estos conceptos te ayudarán a entender las claves de esa narrativa, a los personajes y sus reacciones ante los conflictos que les presentes para hacer tu gamificación más inmersiva, jugable y memorable.

Puedes seguir el MOOC en Twitter y facebook e incorporarte al curso si todavía no lo hiciste, ¡anímate a inscribirte, estás a tiempo!

¡Disfruta la tercera semana de GamificaMooc y crea una historia para tu proyecto!

El equipo de dinamización: Azahara, Clara y Miguel Ángel

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