El portafolio educativo es una herramienta maravillosa para profesorado y alumnado que permite comprobar lo aprendido y reflexionar sobre todo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Con los avances de las herramientas digitales, los antiguos portafolios en papel han dejado paso al portafolio digital, que permite no solo una presentación del trabajo del docente y del alumnado más visual y atractiva, sino un orden y una actualización constante que pone en valor nuestro camino hacia el aprendizaje.
El bloque 1 sirvió de preparación para iniciar nuestro portafolio docente cargados de conocimiento e ideas.
Tras una tarea inicial de presentación en formato carta (estilo Magic o Pokémon) que promovía el buen ánimo, participamos en un debate sobre el concepto de portafolio y analizamos dos portafolios de referencia. Todo ello para llegar a la tarea final del bloque: la creación un prototipo a nuestra medida con la ayuda de un mapa mental.
En el bloque 2, nos dedicamos a desarrollar nuestro propio portafolio docente. La primera tarea de este bloque es una de las más emocionantes del curso, ya que presentamos el inicio de nuestro portafolio en sociedad tras haber escogido la herramienta digital y tras haber dado los primeros pasos en su formato y diseño.
Naturalmente, hay que empezar a llenar de contenido nuestro espacio digital. Para ello, debíamos incluir un análisis profundo de un portafolio y algunas evidencias de nuestra labor docente, una parte clave en todo portafolio. Finalmente, participamos en un taller de coevaluación que serviría para ver el trabajo de los compañeros y compañeras de curso y conocer los puntos fuertes y débiles de nuestro trabajo. Este camino es fundamental para poder tener claro qué queremos conseguir, cuál será la mejor manera de usar este espacio en nuestro entorno educativo.
Sin este recorrido, no habríamos podido dar paso al tercer bloque, centrado en el portafolio del alumnado. Tras plantear cómo queremos que nuestro alumnado empiece a construir su propio espacio digital, nos reunimos en grupos para aprender a evaluarlo. El producto final del trabajo grupal fue una rúbrica de evaluación.
Conclusiones y evidencias
La conclusión final de esta edición es tremendamente positiva. Desde el equipo de tutoría y coordinación del curso queremos trasladar nuestra enhorabuena a los y las participantes por su implicación, profesionalidad y magníficos resultados. Además, el foro final y la encuesta de valoración arrojan unos altos resultados de satisfacción, algo que hace que todo el equipo del INTEF nos haga seguir trabajando con ganas de mejorar y estar siempre en beta permanente.
